sábado, 25 de agosto de 2012

La trilogía de Nueva York - Paul Auster

Título original: The New York Trilogy

Como bien indica el libro, La trilogía de Nueva York, es el conjunto de tres historias que se desarrollan en Nueva York. Además, todas tienen más cosas en común: todas tienen que ver con los detectives y todas son metaliteratura.

City of Glass (Ciudad de cristal), la primera de las historias, nos introduce en las calles de Nueva York a través de varios personajes que son y no acaban de ser ellos mismos. El narrador (sin nombre) nos presenta a un protagonista, Daniel Quinn, quien escribe noveluchas de detectives bajo un seudónimo. Una noche, recibe una llamada preguntando por Paul Auster, un invstigador privado, a lo que le dice a su interlocutor que no es él. Sin embargo, la curiosidad le llena y, tras varias llamadas más, acepta ese "caso de vida o muerte". Ahí empieza la aventura de Quinn: tiene que protejer a Peter Stillmann Jr. de su padre que, como le cuenta, quiere matarlo.
Against the pallor of his skin, the flaxen thinness of his hair, the effect was almost transparent, as though one could see through to the blue veins behind the skin of his face. This blue was almost the same as the blue of his eyes: a milky blue that seemed to dissolve into a mixture of sky and clouds.
El padre está en la cárcel pero está a punto de salir. Es un hombre extraño que, como algunos otros a lo largo de la historia, intentó probar que la lengua de Dios es innata en nosotros por lo que encerró a su hijo sin contacto. Su hijo, ahora libre pero con la mente bastante afectada, le explica su historia durante largas horas y la filosofía, la religión y la lingüística se mezclan en su parlamento.
For thirteen years the father was away. His name is Peter Stillman too. Strange, is it not? That two people can have the same name? I do not know if that is his real name. But I do not think he is me. We are both Peter Stillman. But Peter Stillman is not my real name. So perhaps I am not Peter Stillman, after all.
Quinn visita a un Paul Auster, pero resulta ser un escritor que está en medio de escribir una artículo sobre la posible identidad de Cide Hamete Benengueli, el narrador de Don Quijote. Sí, aquí tenemos un gran paralelismo: tanto el Quijote como Quinn comparten las iniciales DQ; los narradores de la historia que estamos leyendo y la castellana aparecen en la historia como personajes y la identidad de estos se confunde.
Quinn was deeply disillusioned. He had always imagined that the key to good detective work was a close observation of details. The more accurate the scrutiny, the more successful the results. The implication was that human behavior could be understood, that beneath the infinite façade of gestures, tics, and silences, there was finally a coherence, an order, a source of motivation.
A partir de ahí, Quinn descenderá en una espiral donde luchará por distinguir la verdad de la mentira, la realidad de la ficción y, sobre todo, por descubrir su propia identidad. Toda su historia la irá escribiendo, hasta que se quede sin páginas, en un diario, testimonio recogido por un amigo quien convertirá la historia en novela.
Quinn’s mind dispersed. He arrived in a neverland of fragments, a place of wordless things and thingless words.

Ghosts (Fantasmas) trata la historia de un detective privado llamado Blue (Azul) que trabaja para Brown (Marrón), y que está investigando a Black (Negro) en la calle Orange (Naranja) para un cliente llamado White (Blanco).
He thinks about calling her up on the phone for a chat, hesitates, and then decides against it. He doesn’t want to seem weak. If she knew how much he needed her, he would begin to lose his advantage, and that wouldn’t be good. The man must always be the stronger one.
En esta historia también el protagonista escribe, pero esta vez son informes. Anidado en el edificio de enfrente, Blue intenta entender qué es lo que necesita saber de Black y, como Quinn, tiene problemas de identidad y para discernir lo que es real de lo que es imaginario.
For the first time in his experience of writing reports, he discovers that words do not necessarily work, that it is possible for them to obscure the things they are trying to say.

En The Locked Room (La habitación cerrada), no hay detectives reales (aunque Quinn tampoco lo era), sino que la acción detectivesca está realizada por un personaje más. Esta vez, también, nos encontramos un escritor sin ideas que, cuando su mejor amigo desaparece, encuentra sus libros y los publica y suplanta su lugar en la familia.
Fanshawe took pleasure in the description, dwelling on the absurdity of the scene, embellishing it with details about the coach’s squat, pudgy body, the light in the room, the puddle of water on the gray concrete floor—but that was all it was, a description, a string of words divorced from anything that might have concerned Fanshawe himself.
Quien es Fanshawe al principio y quién lo es al final parece algo difícil de determinar pero podemos asistir al proceso de transformación, de búsqueda y de investigación.
Then, without any warning, we both straightened up, turned towards each other, and began to kiss. After that, it is difficult for me to speak of what happened. Such things have little to do with words, so little, in fact, that it seems almost pointless to try to express them.

En las tres historias hay mucho más aparte de lo que acabo de contar. De hecho, aunque no he revelado el final de las historias, tanto daría que lo supiésemos o no. Sería como ver un episodio de Colombo, donde sabemos quién es el caco desde el primer minuto. Lo importante es el proceso que siguen los tres detectives (solo Blue lo es de verdad), tanto en sus respectivas investigaciones, como en los procesos creativos de lo que escriben y, con mayor importancia, la lucha por la identidad y la realidad.
Creo que todas las historias son muy interesantes pero, a pesar de que hay guiños de las unas a las otras, o que tienen realmente el personaje principal (la ciudad de Nueva York) en común, se pueden leer, o incluso lo recomiendo, por separado. Leer las tres novelas cortas una detrás de la otra puede resultar cansado. Además, Paul Auster parece estar fanfarroneando de sus capacidades como escritor y su intelecto. Nos muestra conocimientos de todo tipo: religión, filosofía, lingüística, literatura, etc., hasta el punto que él mismo se convierte en personaje de una de sus historias, quizás para poder justificar lo que está haciendo.
Por otro lado, tenemos unos detectives reales, o que tienen aspectos de la vida real. Blue se preocupa de la compra y de la limpieza; de su vida de pareja y de su relación para con el mundo. Quinn escribe en su libro las horas que duerma, lo que come, lo que orina, lo que evacua. El tercer protagonista se debate entre lo que es moral y lo que no. Todos estos aspectos son más propios de la literatura realista e intimista. Por esta razón me gusta tanto, porque mezcla lo que es plausible con lo que es evidentemente fantástico, no tanto como para considerarlo realidad mágica, pero lo suficiente como para decir que es una novela de detectives con apuntes de realidad y de ficción.

Hace poco leí Our Man in Havana de Graham Greene, y a Ian Flemming, quien escribió las historias originales de James Bond [faltan enlaces: próximamente]. Ambos son historias de espías y, tras haber leído este libro de Auster (City of Glass lo había leído hace varios años pero lo he vuelto a leer ahora), me da mucho qué pensar sobre la calidad que pueden tener las historias de detectives sin dejar de ser interesantes. El problema es que (aunque está feo generalizar, voy a hacerlo), los que leen novelas de detectives, no suelen buscar en ellas calidad literaria sino entretenimiento. Auster nos demuestra que se pueden tener las dos cosas.

A parte de este libro, también he leído The Brooklyn Foollies y me pareció increíble. He de decir que los estilos son muy diferentes y, mientras que aquél se lee con facilidad y velocidad, La trilogía resulta a veces pesada. Por eso, quizás, volver al origen y leer las historias por separado es lo ideal.
Estas historias o no gustan, o apasionan. Mi caso es el segundo.
  • Nota: 8/10
  • Destaco: los toques de realidad que nos muestra Auster en sus personajes, que no dejan de hacer cosas porque el capítulo se acabe y pasemos al siguiente.
  • Algo negativo: el lenguaje a veces es algo complicado (la he leído en inglés, pero también en español, por lo que sé), y las referencias son incontables.
  • Otros formatos: David Mazzucchelli y Paul Karasik han hecho una adaptación en novela gráfica de City of Glass. No la he leído porque no soy muy fan del cómic, pero tengo la intención.
  • Recomiendo: leer las historias por separado pero no dejarlas de lado. La primera puede resultar muy intensa pero los estilos son muy diferentes en las otras dos.