sábado, 30 de junio de 2012

Jane Eyre - Charlotte Brontë

Las novelas de las hermanas Brontë, como las de Jane Austen, de algún modo pertenecen a la cultura general. Todos hemos oído hablar alguna vez de Sense and Sensivility o Wuthering Heights (Sentido y sensivilidad y Cumbres borrascosas), o hemos visto sus adaptaciones, o una de ellas, al cine o a la televisión. Jane Eyre no es para nada diferente a esas obras en este aspecto. Jane Eyre (pronunciado /ˈɛər/) es un nombre que conocemos y se entremezcla en nuestra inteligencia colectiva con el de Charlotte Brontë, la exitosa hermana de Emily, quien grita sus innovaciones en cuanto a sociedad y feminismo a los cuatro vientos a través del personaje.
No; I should not like to belong to poor people,” was my reply. “Not even if they were kind to you?” I shook my head: I could not see how poor people had the means of being kind; and then to learn to speak like them, to adopt their manners, to be uneducated, to grow up like one of the poor women I saw sometimes nursing their children or washing their clothes at the cottage doors of the village of Gateshead: no, I was not heroic enough to purchase liberty at the price of caste.
Lucía Etxebarria habla en una colección de ensayos titulada La eva futura / La letra futura de la diferencia entre literatura feminista, literatura femenina y literatura de mujeres. Supongo que Jane Eyre es un poco de las tres, i.e. literatura que lucha por los derechos de la mujer, literatura dirigida a un público mayormente femenino y literatura que trata sobre mujeres. Pero eso no debe echar para atrás a nadie, como tampoco lo ha de hacer el hecho de que sea una novela, un romance, una historia de amor en toda regla. Y menos aún ha de echar para atrás el hecho de que esté escrito en el inglés de mediados del XIX. Todo esto se puede superar y aceptar (en el caso de que fuese un impedimento).
Jane Eyre, la protagonista, evidentemente, nos explica su vida desde los 10 años hasta los 20 ó 30. Es decir, tenemos ante nosotros un bildungsroman en toda regla, una novela "comming of age", de desarrollo personal desde la (pre)adolescencia hasta la madurez.
“I like to observe all the faces and all the figures.”
“But do you never single one from the rest—or it may be, two?”
“I do frequently; when the gestures or looks of a pair seem telling a tale: it amuses me to watch them.”
“What tale do you like best to hear?”
“Oh, I have not much choice! They generally run on the same theme—courtship; and promise to end in the same catastrophe—marriage.”
Nos encontramos primero una Jane de ocho años, desposeída de su estatus social, vive con su tía, que la desprecia, y de quién intenta recibir amor de familia. Más tarde, Jane calma su ira, su odio, a través de la piedad de Helen, una mártir cristiana en el más puro sentido de la palabra. Esto sucede en un internado donde tiene que luchar entre el cristianismo de su amiga y la hipócrita fe del director de la escuela.
Jane Eyre, who had been an ardent, expectant woman—almost a bride, was a cold, solitary girl again: her life was pale; her prospects were desolate. A Christmas frost had come at midsummer; a white December storm had whirled over June; ice glazed the ripe apples, drifts crushed the blowing roses; on hayfield and cornfield lay a frozen shroud: lanes which last night blushed full of flowers, to-day were pathless with untrodden snow; and the woods, which twelve hours since waved leafy and flagrant as groves between the tropics, now spread, waste, wild, and white as pine-forests in wintry Norway. My hopes were all dead—struck with a subtle doom, such as, in one night, fell on all the first-born in the land of Egypt.
Aunque el detalle es extremo en el relato, los años pasan rápido en algunos instantes y pasamos a conocer a Jane como institutriz de una pequeña artista francesa acogida por un Mister inglés. Aquí encontramos la segunda figura masculina con la que se encuentra Jane a lo largo de su vida y, éste, también, tiene un concepto diferente de la religión: más a su conveniencia.
“Mr. Rochester, I must leave you.”
“For how long, Jane? For a few minutes, while you smooth your hair—which is somewhat dishevelled; and bathe your face—which looks feverish?”
Es evidente que Jane y Mr. Rochester se enamoran pero las cosas no salen como uno esperaría.
Así que Jane huye y encuentra a St. John (Sinjin) Rivers que es, al fin, la tercera figura masculina de la obra y quién tiene mayor fe cristiana, que realiza.
I am but the incumbent of a poor country parish: my aid must be of the humblest sort. And if you are inclined to despise the day of small things, seek some more efficient succour than such as I can offer.
Estas tres figuras masculinas a las que he hecho referencia tratan de diferente modo a Jane Eyre pero las tres tienen por costumbre tomar decisiones por ella e intentar hundir sus ansias de independencia, ya sea queriendo o sin querer. Es cierto que en ningún momento de la historia vemos que Jane sobrepase lo que una mujer podía hacer en aquella época, pero si vemos cómo, y lo dice, Brontë reclamaba un espacio en el mundo, y en la inteligencia y creatividad, del que no podían disfrutar con normalidad. Las mujeres son objetos bobos a los ojos de los hombres de la época, pero Jane/Charlotte demuestra que no es así, que pueden ser inteligentes y pueden conseguir lo que se les proponga.
“It is a large sum—don’t you think there is a mistake?”
“No mistake at all.”
“Perhaps you have read the figures wrong—it may be two thousand!”
“It is written in letters, not figures,—twenty thousand.”
Así pues, esta historia tiene una parte de reclamo social y feminista y otra de novela romántica (en el sentido amoroso de la palabra), pero también tiene tintes Románticos (del estilo) y de novela gótica (no puede ser menos, siendo hermana de su hermana). Estos símbolos y motivos, comunes algunos a Cumbres borrascosas y otras obras de la época, añaden toques fantasiosos, esotéricos y misteriosos a la obra. Pero ciertamente no son tantos como para considerar que estamos ante una novela gótica (siempre y cuando la comparemos con la de su hermana, por ejemplo, que lo es en el estado puro).
I came down as soon as I thought there was a prospect of breakfast.
Tenemos, pues, una historia de amor cargada de otros elementos. Una historia interesante y, sobre todo, fácil de seguir.
I went into the kitchen of the manor-house, where Mary was cooking the dinner and John cleaning the knives, and I said— “Mary, I have been married to Mr. Rochester this morning.” The housekeeper and her husband were both of that decent phlegmatic order of people, to whom one may at any time safely communicate a remarkable piece of news without incurring the danger of having one’s ears pierced by some shrill ejaculation, and subsequently stunned by a torrent of wordy wonderment.
Por otro lado, habiendo leído El guardián entre el centeno justo antes, Jane Eyre es una ventana de aire limpio: la inglesa es larga y bien escrita, la americana es corta y mal escrita. ¿Por qué la americana es símbolo de rebeldía cuando Holden no se rebela y la otra no lo es cuando Jane constantemente se rebela y lo consigue? Eso es algo que yo no puedo contestar.
  • Nota: 6/10
  • Destaco: el valor con el que Jane actúa y la valentía por decir lo que dice Charlotte. También las descripciones.
  • Algo negativo: viéndolo desde el siglo XXI, es obvio que todo el tema machista es molesto, pero como negativo se podría destacar los elementos fantasiosos románticos que tiene (pero no los románticos en sí, sino los que son poco creíbles).
  • Pantalla: hay una varias adaptaciones, des de 1915 hasta 2011, tanto para la pantalla grande como para la pequeña. Yo no he visto ninguna aún pero me he pedido en la Bibliteca las versiones de 1943 (con Orson Welles como Mr. Rochester), la de 1996 (con Charlotte Gainsbourg como Jane Eyre) y la de 2011 (por ser la más reciente). Por cierto, que es evidente la razón por la que se han hecho tantas adaptaciones, y es que Charlotte Brontë describe muchísimo y es muy fácil ver lo que nos explica.
  • Recomiendo: buscar una edición que tenga anotaciones (como la de Penguin) ya que hay partes escritas en francés y  términos que ya no están en uso. Sin embargo, una versión en libro electrónico, si tu aparato tiene un diccionario integrado (viva Kindle!), es cómoda también (siempre y cuando puedas leer francés y tengas un móvil con Internet cerca por si acaso).