lunes, 27 de julio de 2009

Alta fidelidad - Nick Hornby

Título en inglés: High Fidelity

Pocas veces leo algo que me recomiendan, puesto que tengo un gusto un tanto especial, sin embargo recuerdo perfectamente cuando me recomendaron esta novela. Estaba en el Wagamama del Royal Festival Hall, justo delante del Támesis, en el South Bank. Allí comía mi plato favorito (Amai Udon) con una amiga y nos pusimos a hablar de literatura. Ella me recomendó un libro pero no recordaba correctamente el autor pero yo me di cuenta quién decía y salté: “¡Nick Hornby!”. Efectívamente, era él, de quien ya me había leído “How to Be Good” (“Cómo ser buenos”) al poco de irme a vivir a su país natal. Así pues, tal como salimos, pasamos por el Foyles que hay ahí mismo, en el RFH, y lo compré.
What am I? Average. A middleweight. Not the brightest bloke in the world, but certainly not the dimmest: I have read books like The Unbearable Lightnes of Being and Love in the Time of Cholera, and understood them, I think (they were about girls, right?).
No recuerdo muy bien cuándo fue que lo empecé, creo que camino a París, pero lo que sí recuerdo es que duró más bien poco, porque lo devoré como quién devora una sandía fresca un caluroso día de verano.
When they’re gone, I get out quick, and hail a black cab. It’s brilliant, being depressed; you can behave as badly as you like.
Nick nos habla desde la voz de Rob, el treintañero propietario de una tienda de discos en Londres, para el que trabajan dos “music geeks” con los que se pasa la vida haciendo listas: las cinco mejores bandas sonoras, las cinco mejores canciones para un funeral, las cinco que querrías en tu funeral, las cinco rupturas más memorables. Y es que así empieza la historia, con Rob explicándonos una a una sus cinco rupturas más memorables, es decir, las que más le dolieron. Pero casualmente Laura no está en ellas. Laura le acaba de dejar pero no le ha dolido tanto como, por ejemplo, la ruptura de Alison Ashworth, quien le dejó tras casi tres horas (sumándolas) de noviazgo.
I can hear the capital letters.
Entre “mix-tapes” (recopilatorios) y charlas, Rob y alrededores van deshilvanando una historia llena de sentimientos. A veces, estos sentimientos están confundidos o equivocados. A veces estos sentimientos son puros o intensos. Pero está claro que Rob no va a dejarse llevar tan fácilmente por ninguno de ellos.
Sólo al final Rob llegará a conclusiones a las que debería haber llegado mucho antes, pero es que a veces necesitamos tiempo para entender lo que nos sucede.
High Fidelity es la historia de una ruptura, pero, como diría Björk, “there’s more to life than this”, ¿o no? Sólo Rob, y el que haya pasado por una situación similar, podrá saber la respuesta.
So maybe what I said before, about how listening to too many records messes your life up... maybe there’s something in it after all.
El estilo sencillo y humorístico de Hornby es característico y nos ha demostrado en numerosas ocasiones que es un buen escritor que sabe meterse en papeles de lo más distantes el uno del otro. Hasta qué punto Rob y Nick son la misma persona, eso no lo sé responder. Esta es, de hecho, su primera novela por lo tanto es muy probable que haya parte de él entre esas páginas. Sea como sea, las ha plantado con delicadeza y ha conseguido que lleguen hasta lo más hondo de nosotros, entre carcajadas, lágrimas y un sentimiento de compasión y comprensión.
I want to go to her and offer to become a different person, to remove all trace of what is me, as long as she will let me look after her and try to make her feel better. (...) When she lets go of me I feel that I don’t need to offer to become a different person: it has happened already.
[Por cierto, supongo que es obvio que el título hace referencia a el aparato musical y a la fidelidad de pareja.]

  • Nota: 8/10
  • Destaco: la historia está muy bien compuesta, sin lazos sueltos, aunque a veces yo no lo hubiera hecho así. Me ha encantado la descripción constante y el lenguaje real además de la realidad que explica entorno al hecho de amar.
  • Pantalla: hay una película de Stephen Frears que está bien aunque, como siempre, la novela es mejor. Hay cambios, algunos significativos, otros no tantos. Pero lo más cambiado es que la película transcurre en Nueva York.
  • Recomiendo: hacer las listas que Rob y sus alrededores hacen y pararse a pensar si somos honestos con nosotros y para con nuestras parejas y gente querida.

No hay comentarios: