martes, 26 de mayo de 2009

El edificio Yacobián - Alaa Al Aswany

Título en árabe: عمارة يعقوبيان
Título en inglés: The Yacoubian Building
Título en catalán: L'edifici Iaqubian
Nombre del autor en árabe: علاء الأسوانى

Nunca he sido de leer libros que han tenido mucho éxito pero esta vez no he podido resistirme. ¿Una novela egipcia que habla sobre religión, política y sexo y que no ha pasado la criva de la censura? Me parecía tan raro que, en cuanto cayó en mis manos, empecé sin más.
El edificio Yacobián, de Alaa Al Aswany, trata, como bien indica el título, de un edificio al más puro estilo de los telefilmes o culebrones que centran su atención en un barrio o pueblo. A veces me imaginaba, al modo del 13, Rue del Percebe, el edificio con la fachada sacada y yendo de un piso a otro.
El edificio Yacobián es una metáfora de la sociedad egipcia. Dentro del edificio vive la sociedad más acomodada; en el tejado, en cambio, viven en habitaciones de metal, la clase más pobre, trabajadores, casi todos, de los vecinos de abajo.
Entre los personajes encontramos al portero y a su hijo Taha, que intenta ingresar en el cuerpo de policía. Su novia, Busayna, pierde todos los trabajos porque no se deja tocar por sus jefes hasta que empieza a trabajar para Zaki Bey, un acomodado hombre de negocios. que tiene probemas con su hermana viuda y es cuidado por su empleado, un cristiano cojo, tque iene un hermano camisero con intenciones expansionistas. No nos olvidamos de Hatem, un periodista gay con estilos muy occidentales, ni de Hagg Ezzam, otro hombre de negocios con unos intereses y una líbido muy viva.
Los personajes se entrelazan muchas veces, pero no parece raro puesto que en una sociedad pequeña, como un edificio o un barrio, suele pasar.

Quien no se encuentra bién en su país, no se encuentra bien en ningún sitio.
Sin embargo quizás es por las expectativas tan ámplias que tenía, pero a menudo me resultaba del todo surrealista las historias que explica. Me lo miro de lejos intentando separar el hecho de haber nacido en una sociedad cristiana y occidental pero me sigue sorprendiendo. Sé que ésa no es la razón puesto que he leído otras historias de lo más diferentes a la cultura de la que yo vengo. No me molesta toda la religión que aparece en el libro: es lo que esperaba leer. No me molesta el vago flireteo con la yihad, también lo esperaba. Pero la exageración de la sociedad, eso sí que no. Sin ser spoiler, diré que hay escenas que más sucederían en una telenovela venezolana y otras que parecen sacadas de las novelas utópicas al estilo de 1984.
Además, está el tema de la lengua. Pasados los problemas de recordar los personajes, está el problema de la traducción. Empecé el libro en la edición en catalán, pero lo continué y acabé en la edición en castellano. Si habláis ambos idiomas, os recomiendo sin duda la traducción catalana, mucho mejor.

Poco a poco se fue derrumbando su estado de ánimo. Perdió el apetito, empezó a abusar de la bebida y a quedarse en casa. No volvió a ir al periódico más que para las obligaciones más urgentes del trabajo, que resolvía rápidamente para regresar corriendo a casa, junto al silencio de la tristeza y a los recuerdos. Aquí se sentaba Abduh, aquí comía, aquí apagaba su cigarrillo... Aquí se tumbaba a mi lado mientras acariciaba su cuerpo negro y le cubría de besos, susurrando con voz temblorosa por el deseo.

Esta es la primera novela de Aswany y se nota, como se nota que no es profesional. Nada en contra, claro está, se aprende poco a poco. La sencillez y los errores son llamativos.
Hay, de todos modos, un elemento que me encanta: es un retrato, no un cuento. Y como no quiero ser spoiler, lo dejo aquí.
A pesar de todo, es una historia interesante y entretenida.
  • Nota: 5/10 
  • Destaco: la capacidad de plasmar todo un país, toda una sociedad, dentro de un edificio. 
  • Pantalla: Hay una película de Marwan Hamed. Está muy bien hecha y plasma con casi perfección la novela. Incluso, podríamos decir, que se mejora un poco: las dos escenas que más me molestaban de libro no están en la película. 
  • Recomiendo: si sabes catalán, leer la traducción catalana pero echarle un ojo al vocabulario que aparece al final de la versión castellana. Evidentemente, leer la versión árabe si sabes la lengua.

1 comentario:

Elena dijo...

No lo he leído, así que poco puedo opinar, pero sí que es cierto que me resultó llamativa la historia, así que puede que alguno de estos días, al pasar por alguna librería, no me pueda resistir.
Un saludo, y gracias por pasar.